¿DÓNDE?:
Museo-Estudio de Rosa Bonheur. By (Thomery)
Biografia (Encontrada en www.ribadavia.com)
Nace en Ribadavia en 1919. Allí pasa su infancia y comienza a destacar y a ser admirada por sus profesores dada la calidad de los dibujos que realiza.
Se traslada a vivir a Vigo donde estudia Comercio en el colegio Cluny, alternando clases de dibujo y pintura.
En 1936 pasa una temporada en Santiago de Compostela donde estudia con el profesor Mariano Tito Vázquez.
Finalizada la guerra civil, va a Madrid y se dedica exclusivamente a la pintura; copia en el Museo del Prado, da clases con Enrique Cubells y con Eduardo Chicharro.
En 1941 hace su primera presentación en público en la Exposición Nacional de Bellas Artes. En este mismo año presenta también, por primera vez, en Galicia, dos cuadros en la Exposición Regional de Bellas Artes en Compostela.
En 1943 contrae matrimonio con Joaquín Robla Díez, que fue alcalde de Ribadavia desde 1957 hasta 1964. También en este año hace su primera exposición individual en la sala Aeollán de Madrid.
En 1949 empieza a interesarse por el mundo celta, y con un grupo de amigos de Ribadavia, visita castros, lugares arqueológicos; experiencia que más tarde se verá plasmada en cuadros sobre este tema.
En 1953, expone en Madrid en la Sala do Circulo Cultural Medina tema “Os Celtas”.
En 1956 realiza las pinturas murales de la Capilla del Colegio Menor Calvo Sotelo de Ourense.
En 1959, expone en el Liceo Recreco Ourensano
En 1960-62, hace una exposición regional de arte en el Museo Municipal de Vigo y una exposición de “Arte Actual en Ourense”, celebrada en Madrid.
Así, hasta hoy en día, no darían estas lineas para cubrir su amplio currículo profesional.
Desde el año 1963 reside en Madrid donde tiene su estudio, en la Plaza España, alternando su estancia en la capital del estado con temporadas en su casa natal de Ribadavia.
Persona con una sensibilidad extraordinaria, posee una importante y tierna colección de monedas de todo las las épocas y países.
SERAPHINE (SERAPHINE LUIS, llamada) (1864-1942)“Pintora francesa nacida en Assy (Oise) en 1864.Fue muchacha de servicio delcoleccionista de pintura cubista, el alemán Wilhelm Uhde, quien pasando unas vacaciones en Senlis, en 1912, tomó a su servicio a Seraphine.Esta, a escondidas, se dedicaba a pintar.Un día la descubrió Uhde. LLeno de asombro, ya que los cuadros de Seraphine estaban hechos con rara facilidad y perfección, Wilhelm Uhde la animó a seguir trabajando y se constituyó en su protector. Pero la locura interrumpió bruscamente las actividades dela original y desgraciada artista.La crítica estudió detenidamente la producción de esta pintora, que algunos quieren situar entre los pintores “ingenuos”.Sin embargo, más bien se la considera como una pintora visionaria y fantástica, en que sus cuadros, siempre de flores y plantas, adquieren un raro colorido lleno de belleza y de gran sentido decorativo que hace pensar en los tapices orientales.Hay cuadros suyos en colecciones particulares y en el Museo de Arte Moderno de París.Seraphine Louis falleció en el asilo de Clermont dans l’Oise en 1942”Más extractos del libro: “Galería universal de pintoras”:
Más sobre Séraphine:
- Breve biografía de SERAPHINE DE SENLIS (un poco más completa y actualizada….)
- BIBLIOGRAFÍA
19 junio – 12 septiembre 2010
Pallant House Gallery, Chichester, UK
Leonora Carrington, Remedios Varo, Kati Horna… y algunos mas
Surreal Friends, la exposicion que tiene lugar este verano en la Pallant House Gallery, de Chichester, cerquita de Londres, celebra la amistad de estas tres mujeres artistas. Es la primera muestra del trabajo de Leonora Carrington en Gran Bretaña en 19 años y por primera vez se exhiben trabajos de sus amigas Varo y Horna.
Leonora Carrington, Remedios Varo Y Kati Horna -una pintora inglesa, una pintora española y una fotografa hungara- se encontraron en Mexico en 1943. Compartian recuerdos de Paris, del surrealismo, de la guerra civil española y el estallido de la segunda guerra mundial.
La exposicion tiene lugar en Chichester, cerca de West Dean, en West Sussex, la propiedad del mecenas surrealista Edward James, que aloja una coleccion de arte surrealista. Amigo de las tres artistas, James vivio un tiempo en Mexico y pidio matrimonio a Kati Horna y Leonora Carrington. Con su amigo Plutarco Gastelum, construyo un jardin del Eden surrealista en Las Pozas, en Xitila, San Luis, Potosi, donde se encuentra una “doble escalera a ningun sitio” diseñada por Leonora Carrington, que tambien pinto un mural en El Castillo, la casa de Xilitla que Plutarco construyo para el, su esposa y su amigo Edward James.
Surreal Friends coincide con el doble aniversario de dos sucesos de la historia mejicana: el Bicentenario de la independencia de Mexico y el centenario de la Revolucion mexicana, ambos en 2010.
Mas informacion:
Y una propuesta interesante: comenta tres obras de Leonora Carrington y gana un viaje a Mexico
En el marco de la exposicion Surrealist Friends, que reune en Chichester (West Sussex, UK) la obra de Leonora Carrington, Remedios Varo y Kati Horna, tiene lugar una propuesta que felicitamos: consiste en comentar tres obras de Leonora Carrington.
Puedes ganar un viaje a Mexico si envias antes del 28 de agosto de 2010 tus comentarios on line-de 150 palabras como maximo- sobre estas tres obras de Leonora Carrington:
¿No es una propuesta estupenda…? Y poco habitual. Si te animas a participar… cuentalo y dejanos una copia de tu comentario.
He visto Ribadavia a través de la ventanilla de un tren. Es una población risueña, de caserío que asciende la colina rayada de vid –vid del Ribeiro chispeante…-. No conozco más de ella: el ferrocarril, medio anticuado de locomoción, tiene en común con el viaje por carretera de los tiempos modernos esa ignorancia de la entraña que contiene un poblado. Sólo que en el conductor de un coche es omisión voluntaria: podría adentrarse en el poblado, penetrar en él; mientras que al viajero de un tren, la pasividad se le convierte en nostalgia de parar, entrar y conocer…
No he entrado en Ribadavia; pero he conseguido un pequeño cuaderno de fotografías que satisfagan mi afán de captarla; y he sabido que es por dentro atractiva; que tiene bellas iglesias, calles pinas, arcos vetustos, viejas casas blasonadas. Diríase, por mi cuadernito, que no hubiera en Ribadavia cosa que fuera ingrata a la vista.
Pues bien, en la entraña de esa encantadora población nació Carmen G. Pérez- Neu de Robla con una curiosidad admirable por toda manifestación espiritual; y si esto era don, le añadió por voluntad propia un conocimiento asombroso debido a su tenaz laboriosidad; y de todo ello, ha resultado el libro que aquí se presenta. Está dedicado a las pintoras, las de antes y las de ahora; y viene a ser como diccionario amorosamente compilado por una mente prendada del Arte. Porque Carmen Robla, además de escritora e historiadora de artistas femeninas, y quizá antes que todo esto, siente la vocación de la pintura. Y ello la llevó a inventariar las mujeres que sintieron pareja inclinación, un mismo vivo anhelo de pintar.
Yo he aprendido mucho en este libro. ¿Cómo es posible –me he preguntado un tanto avergonzada- que yo desconociera todo de tan crecido número de pintoras, muchas de ellas, de seguro, distinguidas en su arte? Su obra, ¿cómo será? Habrá en esa producción femenina algún rasgo constante que permita adivinar en cada caso el trabajo de una mujer?
En las pintoras que me son familiares –reflexiono- paréceme perceptible, inequívoca, la impronta de su feminidad. De manera negativa en Marieta Robusti. Es un palidísimo reflejo del genio creador de su padre. De él procede lo que la muchacha reproduce con trazo desmayado y soso colorido. No convenía a su condición apocada la grandiosidad artística del Cinquecento, el siglo en que le cupo vivir, ni sus escasas dotes le permitían moverse en el inconmensurable mundo figurativo del manierismo paterno. Probablemente, sin su nacimiento y educación entre pintores, la hija del Tintoretto no habría buscado los pinceles jamás. Es un claro ejemplo de pasividad femenina.
Berthe Morisot, al contrario, vio favorecida la feminidad de su gran talento por una técnica volátil desenvuelta en torno suyo. La touche impresionista, por su mano delicada, llegó a levedad sólo comparable a las cosas más tenues de la tierra. Quisiera con esto indicar que no es indiferente para una vocación artística el momento histórico en que aparece: puede favorecerla; y puede frustrarla. De ahí que resulte sorprendente la carencia, en el siglo XVIII, de una personalidad femenina que aprovechase para sus dotes artísticas la coyuntura del Rococó. Angélica Kaufmann es ya hija del Neoclasicismo, aparte de que no puede considerársela como un talento de gran categoría.
Marie Laurencin todavía alcanza la última fase del impresionismo y, a su modo, arbitrario y fútil, saca partido del arte vigente. Tuve la suerte de conocerla y tratarla. Acababa de estallar la guerra del 14, la primera guerra mundial. Y, el primer día del conflicto, se le había ocurrido contraer matrimonio con el pintor alemán Otto von Waetjen. A poco, la pareja tenía que refugiarse en España y vino a Madrid. Una señora indiscreta le preguntó un buen día: “Usted francesa y su marido alemán, ¿cómo hacen para llevarse bien?” “Oh! c’est tout simple –contestó Marie, que no hablaba una palabra de español-, moi, je suis germanophile et mon marie est francophile.” Quiso Marie hacerme un retrato, pero había de ser con gafas, unas formidables gafas de concha. “Con gafas, no”, protestaba yo. “Entonces no te retrato”, declaró ella. “Pues no me retratas”, repuse yo enojada. ¡Qué desatino! Con gafas y todo, ¡cuánto daría yo hoy por tener un retrato mío debido a Marie Laurencin…, con gafas, pero quizás sin ojos…; azul y rosa y gris, como una amanerada poesía de Verlaine…!
Mas no vaya a parecer que, al buscarle un común denominador, estoy tratando de identificar lo eterno-femenino en el Arte con la levedad y la delicadeza… En distinta forma de feminidad, Kathe Kollwitz fue maternal y fuerte, alma grande y gran artista, madre amantísima de los desheredados… Sin embargo, sigo creyendo en épocas favorables y desfavorables al desarrollo de la producción femenina. Y ello me lleva a preguntar si es el nuestro tiempo propicio para la manifestación femenina en el Arte. Por un lado –y es fenómeno observado en casi todas las actividades de la vida femenina actual –se advierte en las pintoras un esfuerzo por descartar su diferenciación de mujer. Por el otro, llevamos medio siglo de abstracción de la realidad en el arte, y refugiados en cifras y signos que implican una renunciación casi completa a lo emotivo.Y la emotividad ha sido siempre una característica femenina… Ahí está Marie Blanchard, rompiendo la dura cristalización cubista con la intensidad de su humana nostalgia maternal.
Pero basta de divagaciones, disgresiones y recuerdos tal vez demasiado personales. Dispongámonos a atender a Carmen G. Pérez-Neu de Robla, que va a hacer desfilar ante nosotros toda la feminidad pintora del mundo… hasta 1900.”MARIA LUISA CATURLA, comentarios de La Bibliotecaria
Más extractos del libro:Bibliografía:
- PÉREZ-NEU, Carmen G.: Galería Universal de Pintoras (1964)
“Entre las numerosas pintoras del siglo XIX es, sin duda alguna, Rosa Bonheur, una de las más famosas. Sus magníficos cuadros de animales y, en especial, de caballos pintados con gran perfección y maestría, adquirieron pronto enorme fama y popularidad y honraron a su autora.María Rosalía Bonheur, llamada Rosa, nace en Burdeos en 1822. Hija del pintor Raimundo Bonheur, fue su padre su primer maestro. Más tarde trabaja con Leon Cogniet.Se establece su familia en París, y por haber sufrido grandes reveses de fortuna tiene Rosa que abandonar el colegio donde se educaba e instruía, para ayudar en lo posible a su padre, cuyo único ingreso era el que le proporcionaban sus pinceles.Como Rosa para perfeccionarse en la pintura tiene que copiar del natural en el campo y en los mercados, lugares frecuentados por gentes groseras y rústicas, su padre la hace vestir con trajes masculinos.Su éxito artístico es grande y rápido. En 1841, son admitidas en el salón sus primeras obras (conejos, cabras y carneros), que adquieren en seguida notoria reputación.En 1845 es premiada con una tercera medalla y, en 1848, con una primera por su cuadro “La labranza en el Nirvenais”. Cuadro que el estado adquiere y que se conserva hoy en el Museo de Luxemburgo.Rosa Bonheur fue directora de la escuela femenina de dibujo y, entre otras muchas condecoraciones, llegó a ostentar la de Oficial de la Legión de Honor y la de Comendadora de la Orden de Isabel la Católica.Entre sus obras más famosas hay que citar: “Mercado de caballos de París”, “Recolección del heno en Auvernia”, “Burreros aragoneses”, “Poneys de la isla de Skye”, “Pastor bearnés” y otros muchos de animales en plena naturaleza.Fallece en Burdeos en 1899.Julieta Bonheur, llamada también señora Peyrol-Bonheur, hermana de Rosa, nace en París en 1830.Discípula de su padre Raimundo se dedica primero a a.la pintura de bodegones y después ala pintura de animales, género este en el que destaca.Contrae matrimonio con un pintor artista llamado Peyrol y después de su matrimonio dirige una academia de dibujo en París.Fallece e la capital de Francia en 1891.”-PEREZ-NEU, Carmen G.: Galería Universal de mujeres pintoras. Editora Nacional, Madrid, 1964: XXV aniversario DE LA PAZ ESPAÑOLA, pág.55-56; LÁMINA XXXI.ROSA BONHEUR(1822-1899)“Labranza en el Auvernais”