Autorretratos del pintor noruego, Edward Munch, cuya obra más famosa es "El grito".
Munch vivió en París hasta 1892. Este autorretrato con un brazo de un esqueleto (1895) demuestra la relación de Much con la muerte, un tema común en sus pinturas.
Munch tuvo una relación con la mujer que aparece en esta pintura, Tulla Larsen, que terminó cuando él se disparó en una mano para expresar su rechazo al matrimonio convencional. Munch cortó la pintura después de haberla terminado.
Algunos expertos sugieren que "La Cruz vacía" (1899-1901) demuestra la lucha que tenía Munch entre la religión y la idea bohemia del placer sin culpa.
En 1908, Munch sufrió un ataque de nervios e ingresó a una clínica psiquiátrica. Fue una temporada de mucha producción. Al salir del centro, regresó a Noruega y dejó la bebida.
Entre 1922 y su muerte, en 1944, Munch se aisló del mundo y decidió vivir como un ermitaño. Este autorretrato de "El caminante de la noche" demuestra su inquietud y su soledad.
Esta litografía de 1895 muestra las líneas básicas de "El grito". Munch llegó a producir cuatro versiones de la pintura, dos de las cuales fueron robadas y sólo una fue recuperada.
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