Ficha técnica
Género: Cine / Drama
Nacionalidad: Francia, Italia
Duración: 104 minutos
Año: 1957
Director: Jacques Becker
Intérpretes: Gérard Philipe, Lilli Palmer, Lino Ventura, Gérard Séty
Argumento:
Montparnasse es el barrio bohemio de París, lleno de artistas que conviven intentando lograr el difícil triunfo, que muy pocos consiguen. En 1919 residía allí Amadeo Modigliani (Gérard Philippe), arrastrando una tormentosa existencia, ya que su arte no era comprendido y su pobreza sólo era aliviada por el alcohol y las mujeres. Enfermo y borracho, su vida se repartía entre Rosalie (Lea Padovani), una joven tabernera, sencilla pero tan pobre como él, y Beatrice Hastings (Lilli Palmer), una rica y extravagante escritora inglesa que le proporcionaba opio y pagaba sus facturas. Una mañana en la academia de dibujo, Modigliani conoce a Jeanne Hébuterne (Anouk Aimée), una joven burguesa, de la que inmediatamente se enamora. Decidido a iniciar una nueva vida le propone vivir juntos.
Género: Cine / Drama
Nacionalidad: Francia, Italia
Duración: 104 minutos
Año: 1957
Director: Jacques Becker
Intérpretes: Gérard Philipe, Lilli Palmer, Lino Ventura, Gérard Séty
Argumento:
Montparnasse es el barrio bohemio de París, lleno de artistas que conviven intentando lograr el difícil triunfo, que muy pocos consiguen. En 1919 residía allí Amadeo Modigliani (Gérard Philippe), arrastrando una tormentosa existencia, ya que su arte no era comprendido y su pobreza sólo era aliviada por el alcohol y las mujeres. Enfermo y borracho, su vida se repartía entre Rosalie (Lea Padovani), una joven tabernera, sencilla pero tan pobre como él, y Beatrice Hastings (Lilli Palmer), una rica y extravagante escritora inglesa que le proporcionaba opio y pagaba sus facturas. Una mañana en la academia de dibujo, Modigliani conoce a Jeanne Hébuterne (Anouk Aimée), una joven burguesa, de la que inmediatamente se enamora. Decidido a iniciar una nueva vida le propone vivir juntos.
Reconstrucción de la vida del gran pintor Amedeo Modigliani, que muestra tanto su talento creativo viviendo una existencia mísera, como sus dos pasiones amorosas, la pura y romántica que mantiene con una joven sencilla y la mucho más interesada, con una rica y extravagante escritora. El gran Gérard Philipe interpreta, de forma magistral, al pintor, en una película exquisita, magníficamente ambientada y fotografiada, que es ya uno de los clásicos del cine francés.
“Yo sólo puedo emborracharme de mí mismo” asegura Amadeo Modigliani (Gérard Philipe) en un instante de Montparnasse 19, revindicando esa figura de perdedor desangelado que se tambalea por las callejuelas bohemias de París atrapado por su propio genio. Y es precisamente la dificultad de poder ser un genio lo que Becker muestra en esta película, el dolor que produce el intento de no desviarse de la norma general cuando el duende de uno es incontrolable hasta tal punto que plegarse a la autodestrucción es la única manera de intentar ser sincero.
Maestro llaman algunos personajes del film a Modi a lo largo del mismo, y esta postura respetuosa que mantienen hacia el artista golpeado en su elegante miseria hace, junto a la manera de narrar/filmar del propio Becker, que el tono del film esté en sintonía con ese atormentado pintor que cita con emoción a Van Gogh mientras se da cuenta de que acceder a ese mundo supuestamente mejor al que quienes le rodean creen que aspira no supone sino rebajarse hacia la mediocridad más extrema. Porque realmente la victoria se encuentra en la derrota, en la venta ambulante de sus dibujos por las mesas de café, en ese fundido en negro que marca el fin de Modi y en el saqueo de su obra ante la inocente alegría de su mujer por parte del siniestro marchand. Ese grandísimo perdedor que era el maestro Modi no se merecía menos.
Un desgarrado retrato captado por Jacques Becker con la maestría de quien graba con una maquina infalible a un genial vagabundo, un ángel abúlico y dependiente, un artista a tiempo completo que fue realizando su mejor obra en su propia persona, creando sobre sí mismo el retrato de un mito."
Iñigo Larrauri
Maestro llaman algunos personajes del film a Modi a lo largo del mismo, y esta postura respetuosa que mantienen hacia el artista golpeado en su elegante miseria hace, junto a la manera de narrar/filmar del propio Becker, que el tono del film esté en sintonía con ese atormentado pintor que cita con emoción a Van Gogh mientras se da cuenta de que acceder a ese mundo supuestamente mejor al que quienes le rodean creen que aspira no supone sino rebajarse hacia la mediocridad más extrema. Porque realmente la victoria se encuentra en la derrota, en la venta ambulante de sus dibujos por las mesas de café, en ese fundido en negro que marca el fin de Modi y en el saqueo de su obra ante la inocente alegría de su mujer por parte del siniestro marchand. Ese grandísimo perdedor que era el maestro Modi no se merecía menos.
Un desgarrado retrato captado por Jacques Becker con la maestría de quien graba con una maquina infalible a un genial vagabundo, un ángel abúlico y dependiente, un artista a tiempo completo que fue realizando su mejor obra en su propia persona, creando sobre sí mismo el retrato de un mito."
Iñigo Larrauri
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