"Vexations" es el título de una pieza musical escrita por Erik Satie e inspirada, al parecer, en su relación amorosa con Suzanne Valadon.
En apariencia es extremadamente simple.
Lo que la convierte en una obra de difícil interpretación es la nota añadida por Satie a la partitura:
"Hay que advertir que para tocar esta pieza 840 veces consecutivas, uno debe prepararse previamente, en profundo silencio y completa inmovilidad".
Esta enigmática instrucción, en una partitura que sólo ocupa una página bajo el título "Vexations", ha convertido esta pieza para piano en una auténtica leyenda de la historia de la música experimental.
Salió de oscuridad en 1949, cuando Henri Sauget, un amigo de Satie en sus últimos años, se la dió a conocer a John Cage, que se interesó en su concepto pero rechazó la posibilidad de una representación.
"Vexations", realmente, es un reto para el oído y para la vista del intérprete, que al repetirlo tantas veces, tiene dificultades para recordarlo y debe mantener una intensa concentración para no cometer errores, comenzando cada repetición como si fuera la primera. Una y otra vez, 840 veces...
... Aunque la verdad es que no dice que el intérprete deba repetirla 840 veces. Sólo dice: "para tocar esta pieza 840 veces..."
¿...Podrían ser menos repeticiones..., podrían ser más...? Nunca lo sabremos, porque la partitura no fué publicada por Satie durante su vida ni fué representada públicamente.
Hermético, obsesivo y catársico, podemos imaginar a Erik Satie, bohemio, afectado, excéntrico y pobre, repitiendo las mismas simples notas, una y otra vez, concentrado hasta la ofuscación, en su pequeña habitación de Paris, del 6 rue de Cortot, a pocos pasos del estudio donde vivía Suzanne Valadon -en el número 12 de la misma calle-.
Santiago Rusiñol: Erik Satie
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